miércoles, 5 de noviembre de 2008

COPA SUDAMERICANA: HABRA SEMIFINAL ARGENTINA...PASARON ESTUDIANTES Y ARGENTINOS


DESPACHOS INTERNACIONALES
Argentinos Juniors de Argentina avanzó este miércoles por la noche a las semifinales de la Copa Sudamericana al vencer (2-0), con un juego simple y efectivo, a un pobre Palmeiras brasileño.
La formación de Argentinos Juniors se medirá en semifinales con el Estudiantes de La Plata, que eliminó en cuartos al Botafogo de Brasil.
El uruguayo Andrés Scotti y el punta Nicolás Pavlovich sellaron el resultado en favor de Argentinos Juniors con sendos goles de cabeza a los 10 y 18 minutos, ante un inexpresivo conjunto paulista en el que sólo se rebeló, de a ratos, Denílson.
El Argentinos Juniors, que en los últimos años es casi imbatible en el pequeño estadio Diego Armando Maradona, salió a disputar la revancha como si necesitara dar la vuelta al marcador a pesar de que en la ida había ganado por 0-1.
Concentrados y con gran movilidad, el equipo de Néstor 'Pipo' Gorosito no tardó en imponer su ley, con el habitual despliegue de Juan Mercier en el centro del campo, la habilidad del 'demonio' Gabriel Hauche y la presencia del 'buitre' Pavlovich, la figura de la cancha.
El conjunto brasileño, dirigido el miércoles por Nei Pandolfo, adoptó la actitud contraria: actuó sin apuros y al tranco, como si no le fuese imperiosa la victoria, y sólo el ex futbolista del Betis español mostraba destellos de su clase.
Dos apariciones de Scotti y Pavlovich sentenciaron literalmente el encuentro a los 18 minutos, porque nunca en el resto del partido dio la sensación de que el Palmeiras pudiera remontar el marcador.
El Argentinos Juniors fue una maquinita desde ese momento hasta que el paraguayo Carlos Amarilla pitó el final del primer tiempo, con un portero que sólo miraba sin despeinarse, una defensa bien parada, un centro del campo que hacía correr el balón y dos delanteros intratables.
En la segunda etapa, los 'bichitos de la Paternal', como se conoce al Argentinos Juniors, bajaron el ritmo y se dedicaron a administrar la ventaja y las energías, pero ni así el Palmeiras logró ponerlos en aprietos.
Sólo se acercó con apariciones en cuentagotas de Denílson y con un remate de Martínez que dio en el palo de Sebastián Torrico a los 64, demasiado poco para un conjunto que, al menos hoy, ni por asomo honró al fútbol brasileño.
Por su parte, Estudiantes de La Plata certificó su clasificación para las semifinales de la Copa Sudamericana al empatar a dos goles en casa del Botafogo brasileño, al que había derrotado (2-0) en el partido de ida.
La formación estudiantil se medirá en la siguiente fase con sus compatriotas del Argentinos Juniors, que este miércoles superaron en cuartos al Palmeiras de Brasil.
Un temprano gol de Marcos Angeleri y otro del uruguayo Juan Manuel Salgueiro poco antes del descanso sirvieron para revalidar el boleto de Estudiantes para el penúltimo escalón de la competición y abortar así el intento de remontada de los brasileños en la segunda mitad.
Nada más comenzar el encuentro, Marcos Angeleri se encargó de disipar todas las ilusiones depositadas por los aficionados cariocas, que soñaban con una remontada heroica que sirviese como redención de los últimos sinsabores en la Liga.
Cuando el reloj marcaba apenas tres minutos, el lateral recibió el balón en la frontal del área, no le tembló la pierna y remató cruzado ante el guardameta Renan que, lento en los reflejos, no acertó a detener.
El gol permitía a los visitantes vivir el partido con cierta tranquilidad, puesto que el 'Fogao' necesitaría de cuatro goles para arrebatarle el pase a semifinales.
Determinados con esa hercúlea labor, los pupilos de Ney Franco atacaron en tromba, con todos sus recursos, dejando preciosos espacios en defensa.
El centrocampista Juan Sebastián 'La Brujita' Verón aprovechó uno de esos huecos y envió un pase entre líneas, medido al milímetro, a Juan Manuel Salgueiro, que cruzó el remate para poner el ya inalcanzable segundo tanto en el marcador, antes del descanso.
Con la clasificación prácticamente en el bolsillo y una fuerte lluvia sobre el estadio Engenhao, de Río de Janeiro, los hombres de Leonardo Estrada se limitaron a dejar pasar los minutos, mientras que los locales ponían toda la carne en el asador para evitar la vergüenza de sufrir una goleada en casa ante la propia afición.
El capitán del Botafogo, Lucio Flavio, redujo distancias al convertir de manera magistral un penalti y André Luis empató pocos minutos después en una jugada de córner.
No obstante, el mismo André Luis perdió la compostura y fue expulsado a continuación, al quitarle al árbitro una tarjeta de las manos, dejando a su equipo en inferioridad numérica y sin opciones de apelar a la épica, a la que invitaban a soñar los dos tantos obtenidos en los primeros instantes de la segunda mitad.

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