Los Red Wings de Detroit empezaron perdiendo por diferencia de dos goles y finalmente le dieron la vuelta marcando cinco para superar en el tradicional partido de Año Nuevo al aire libre de la National Hockey League (NHL) del hockey sobre hielo profesional por 6-4 a los locales Blackhawks de Chicago en la sede de éstos últimos, pero en el parque de béisbol Wrigley Field, con frío congelante pero con tiempo despejado a diferencia del año anterior, en Buffalo, Nueva York, donde se jugó con un clima bastante hostil y tormentoso.
Dos goles de Jiri Hudler, y uno cada uno del sueco Mikael Samuelsson, el checo Pavel Datsyuk, Brian Rafalsky y Brett Lebda, dieron la remontada para el cuadro de Detroit que supo darle la vuelta especialmente en el segundo y tercer período sobre un conjunto local que había empezado con hacer sus tres primeros goles y tomar ventaja por medio del finlandés Kris Versteeg, Martin Havlat y Ben Eager que pensaron podían congelar como la temperatura a sus rivales, pero que nunca contaron con que ellos pudieron ser más agresivos y especialmente en la rotación de cambios que lo hicieron convertir en una avalancha incontrolable para los Blackhawks.
Chicago pudo tratar de acercarse con un cuarto gol ya casi llegando a los segundos finales por medio de Duncan Keith pero ya era demasiado tarde para ir a buscar el empate y forzar el choque a tiempos extras.
Estos encuentros al aire libre se han hecho tradición por varios años en el hockey sobre hielo profesional norteamericano en el día de Año Nuevo, como para volver a las raíces del juego que se dieron en este tipo de climas, antes de ir a los concentrados de los gimnasios, domos y centros de convenciones bajo techo.
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